Mi condición como hijo de Dios
Este concepto lo podemos abordar desde una perspectiva muy clara: si yo soy su
hijo, obviamente Él es mi Padre y por ser nuestro Padre le debemos total y
absoluta obediencia. Recordemos que el primer pecado del hombre fue ser
desobediente, tal vez conozcas a muchas personas que dicen ser cristianas y que
posiblemente vayan a iglesias cristianas pero viven como les place y haciendo
cosas que desagradan a Dios, esto es una prueba clara de que tal vez esa
persona no sea hijo de Dios. Otra característica que identifica una
relación de Padre e Hijo entre Dios y el hombre es el amor pero vamos a aclarar
estos dos puntos con la misma Palabra de Dios.
Juan 14:15 "Si me amáis, guardad mis
mandamientos".
Si decimos que amamos a Dios pero no obedecemos sus mandatos somos mentirosos e
hipócritas y lo peor nos engañamos a nosotros mismos. En resumen algo que
nos distingue como Hijo es la obediencia.
La Comunión
Otro aspecto que me identifica como hijo de Dios es mi comunión con Dios y su Hijo Jesucristo.
La Comunión
Otro aspecto que me identifica como hijo de Dios es mi comunión con Dios y su Hijo Jesucristo.
Proverbios 3:32 "Porque Jehová abomina
al perverso; Mas su comunión íntima es con los
justos".
1 Corintios 1:9 "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor".
1 Corintios 1:9 "Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor".
1 Juan 1:3 "Lo que hemos visto y oído,
eso os anunciamos, para que también vosotros tengáis comunión con
nosotros; y nuestra comunión verdaderamente es con el Padre, y
con su Hijo Jesucristo".
La comunión entre un hombre y Dios se hace notable en el estilo de vida de
la persona, sus frutos, sus obras, sus palabras, su integridad indicará
realmente lo que hay dentro de esta persona, porque se puede decir que tenemos
comunión con él y seguir en tinieblas.
1 Juan 1:6 "Si decimos que tenemos comunión con
él, y andamos en tinieblas, mentimos,
y no practicamos la verdad".
Algo maravilloso es que al ser hijos de Dios debemos estar plenamente
seguros que Dios como padre nos cuidará en todo momento, y nos sostendrá con la
diestra de su justicia, será nuestro proveedor, nuestro ayudador, nuestro
socorro, nuestra guía, y la lista continua.
Salmo 91:1-12 "El que habita al abrigo del Altísimo, Morará
bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y
castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré. El te librará del lazo del
cazador, De la peste destructora. Con sus plumas te cubrirá, Y debajo
de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga es su verdad. No temerás
el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día, Ni pestilencia que ande en
oscuridad, Ni mortandad que en medio del día destruya. Caerán a tu lado
mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará. Ciertamente con
tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos. Porque has
puesto a Jehová, que es mi esperanza, Al Altísimo por tu habitación, No te
sobrevendrá mal, Ni plaga tocará tu morada. Pues a sus ángeles mandará
acerca de ti, Que te guarden en todos tus caminos. En las manos te
llevarán, Para que tu pie no tropiece en piedra".
El Espíritu Santo
Romanos 8:16 "El Espíritu mismo da testimonio a nuestro
espíritu, de que somos hijos de Dios".
En esta cita bíblica podemos ver que quien da testimonio de que somos hijos
de Dios es el Espíritu Santo. El Espíritu Santo mora activamente en la
vida de todos los creyentes del evangelio, tal vez te preguntes ¿desde cuándo
empezó a morar? Dejemos que sean las Santas Escrituras que den respuesta a esa
primera pregunta.
Efesios 1:13-14 "En él también vosotros, habiendo oído la
palabra de verdad, el evangelio de vuestra salvación, y habiendo creído en
él, fuisteis sellados con el Espíritu Santo de la
promesa, que es las arras de nuestra herencia hasta la redención de la
posesión adquirida, para alabanza de su gloria".
Cuando yo acepto al Señor Jesús como Señor y Salvador y creo en su hermosa
Palabra con todo mi corazón y entrego mi vida a Él, soy sellado con el Espíritu
Santo para siempre y no solo eso sino que el Espíritu Santo es la garantía
de mi salvación. Vamos a aprender más del Espíritu Santo a través de la
Biblia.
Juan 14:15-18 "Si me amáis, guardad mis
mandamientos. Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para
que esté con vosotros para siempre: el Espíritu de verdad, al cual el
mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce; pero vosotros le
conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros".
Juan 16:13 "Pero
cuando venga el Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad; porque no
hablará por su propia cuenta, sino que hablará todo lo que oyere, y os hará
saber las cosas que habrán de venir".
Juan 14:26 "Mas
el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os
enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho".
Romanos 8:26 "Y de igual manera el Espíritu nos ayuda en nuestra debilidad; pues qué
hemos de pedir como conviene, no lo sabemos, pero el Espíritu mismo intercede por
nosotros con gemidos indecibles".
A través de estas hermosas citas hemos aprendido más acerca del Espíritu Santo
y su trabajo en nosotros. Sabiendo esto con tal claridad, nuestra relación con
Dios será distinta y nuestro caminar más claro. Ahora bien, la obra del
Espíritu Santo no queda allí, sino que nos dota de capacidades especiales
llamados dones, todos los que poseemos el Espíritu Santo tenemos dones de parte
de Dios que son para edificación de la iglesia, y estos dones son dados según
el Espíritu Santo quiera.
1ra de Corintios 12:7-11 "Pero
a cada uno le es dada la manifestación del Espíritu para provecho. Porque
a éste es dada por el Espíritu palabra de sabiduría; a otro, palabra de ciencia
según el mismo Espíritu; a otro, fe por el mismo Espíritu; y a otro, dones de
sanidades por el mismo Espíritu. A otro, el hacer milagros; a otro, profecía; a
otro, discernimiento de espíritus; a otro, diversos géneros de lenguas; y a
otro, interpretación de lenguas. Pero todas estas cosas las hace uno y el
mismo Espíritu, repartiendo a cada uno en particular como él quiere.
Hay una señal muy particular de que tenemos su Santo Espíritu Santo
1ra de Juan 4:12-13 "Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu".
Hay una señal muy particular de que tenemos su Santo Espíritu Santo
1ra de Juan 4:12-13 "Nadie ha visto jamás a Dios. Si nos amamos unos a otros, Dios permanece en nosotros, y su amor se ha perfeccionado en nosotros. En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu".
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