domingo, 3 de abril de 2016

¿Quienes son los Mormones?





En el año 1827 Joseph Smith, Jr., declaró que un ángel llamado Moroni, le había mostrado un registro antiguo, escrito en egipcio reformado en planchas de oro, escritos por varios profetas americanos y compilado por Mormón, padre de Moroni, más de mil años antes de la aparición. Este libro describía la visita de Jesús a los antecesores de los indígenas de las Américas inmediatamente después de su crucifixión, y que le había encomendado la tarea de organizar la iglesia cristiana entre estos a los que se les llamaba nefitas o lamanitas. En 1830, Joseph Smith publicó El Libro de Mormón, el cual, según él, era una traducción al inglés de dicho registro; ese mismo año fundó la congregación religiosa originalmente denominada La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días "Los Mormones".

Joseph Smith es considerado por sus seguidores como un profeta, vidente y revelador tal como Moisés, Isaías y otros antiguos profetas bíblicos lo fueron en sus tiempos respectivos.

Sin embargo, la biblia dice "Mas si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciare otro evangelio diferente del que os hemos anunciado, sea anatema." Gálatas 1:8.








Creencias de los Mormones

1.  Creen que hay cuatro fuentes de palabras divinamente inspiradas, en vez de una sola.
A) La Biblia “en tanto esté traducida correctamente”. No siempre aclaran cuáles son los versos que están incorrectamente traducidos.
B) El Libro del Mormón fue “traducido” por Smith y publicado en 1830. Smith aseguraba que es el “libro más correcto” del mundo, y que una persona puede acercarse a Dios, siguiendo sus preceptos, “más que con cualquier otro libro”.
C) Doctrina y Convenios son considerados Escritura por los mormones, conteniendo una colección de modernas revelaciones, en cuanto a “la Iglesia de Jesucristo, como ha sido restaurada.” 
D) La Perla de Gran Precio es considerada por los mormones como “clarificadora” de doctrinas y enseñanzas que faltaron en la Biblia y añade su propia información acerca de la creación del mundo.


2. Creen que Dios no siempre ha sido el Ser Supremo del universo
Sino que alcanzó ese estatus a través de una vida justa y un esfuerzo persistente. Creen que Dios el Padre tiene un “cuerpo de carne y hueso tan tangible como el de un hombre.” Aunque ya abandonado por los modernos líderes mormones, Brigham Young creyó que Adán realmente era Dios y el padre de Jesucristo. Los cristianos sabemos esto acerca de Dios: hay Un solo y verdadero Dios (Deuteronomio 6:4Isaías 43:10,44:6-8), que Él siempre ha sido y siempre existirá (Deuteronomio 33:27aSalmo 90:21 Timoteo 1:17), y que Él no fue creado, sino que Él es el Creador (Génesis capítulo 1; Salmo 24:1Isaías 37:16). Él es perfecto y nadie más es igual a Él (Salmo 86:8Isaías 40:25). Dios el Padre no es un hombre, ni nunca lo ha sido (Números 23:191 Samuel 15:29Oseas 11:9) Él es Espíritu (Juan 4:24), y un Espíritu no está hecho de carne y hueso (Lucas 24:39).


3. Los mormones creen que hay tres diferentes niveles de reinos en la vida venidera: 
El Reino Celestial, el Reino Terrenal, el Reino Telestial, y las tinieblas exteriores, donde la raza humana terminará, dependiendo de lo que hayan creído y hecho en esta vida mortal. La Biblia nos dice que después de la muerte, vamos al Cielo o al Infierno, dependiendo si pusimos o no nuestra fe en Jesucristo. Al estar ausentes de nuestros cuerpos como creyentes significa que estamos con el Señor (2 Corintios 5:6-8). Los incrédulos son enviados al Infierno, o el lugar de los muertos (Lucas 16:22-23). Cuando Jesús venga por segunda vez, nosotros recibiremos nuevos cuerpos (1 Corintios 15:50-54). Habrá nuevos cielos y nueva tierra para los creyentes (Apocalipsis 21:1), y los incrédulos serán echados en un eterno lago de fuego (Apocalipsis 20:11-15). No hay una segunda oportunidad para redención después de la muerte (Hebreos 9:27).


4. Los líderes del mormonismo han creído que la encarnación de Jesús fue el resultado de una relación física entre Dios el Padre y María. 
Ellos creen que Jesús es un Dios, pero que cualquier ser humano también puede convertirse en un dios. Históricamente los cristianos han creído que Dios es Trino y que Él ha existido eternamente como el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo (Mateo 28:19). Nadie puede alcanzar el estatus de Dios, sólo Él es santo (1 Samuel 2:2). Nosotros sólo podemos ser hechos santos a la vista de Dios a través de la fe en Él (1 Corintios 1:2). Jesús es el unigénito Hijo de Dios (Juan 3:16) y es el Único que jamás ha vivido una vida sin pecado, libre de culpas, quien ahora tiene el más alto lugar de honor en el Cielo (Hebreos 7:26). Jesús y Dios son uno en esencia. Jesús ha sido el Único que ha existido antes de su nacimiento físico (Juan 1:1-88:56). Jesús se dio a Sí Mismo por nosotros como un sacrificio, y Dios le levantó de los muertos, y un día todos confesarán que Jesucristo es el Señor (Filipenses 2:6-11). Jesús nos dice que es imposible ir al Cielo por nuestras propias obras, sólo será posible si ponemos nuestra fe en Él. (Mateo 19:26). Y muchos no creerán en Él (Mateo 7:13). “Entrad por la puerta estrecha; porque ancha es la puerta, y espacioso el camino que lleva a la perdición, y muchos son los que entran por ella.” Todos merecemos el castigo eterno por nuestros pecados, pero el amor y la gracia infinita de Dios nos han dado una salida. “Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro” (Romanos 6:23).

¡Juzgue usted mismo!
Según unas historias contenidas en el Libro del Mormón los indios que se encontraban en América cuando Colón llegó ¡son israelitas de piel oscura!, en vez de descendientes de los Mongoles, como han sostenido los antropólogos. En otras palabras, los mormones son judíos o descendientes de judíos.
"Yo sé lo mal que hablan de ti los que se dicen judíos pero no son otra cosa que una congregación de Satanás." Apoc. 2:9
Otro grupo de estos primeros habitantes de las Américas pasó a Centro y Norte América donde construyeron grandes ciudades y Jesucristo los visitó desde los cielos en el 34 antes de Cristo. En aquella ocasión Cristo les enseñó acerca del bautismo, la comunión, y les predicó el Sermón del Monte (Ver Nephi III 11:28).
Además de traducir el Libro del Mormón, José Smith "revisó y modificó" la Biblia que hoy tenemos, la Antigua Versión de Caseidoro-Reyna. Más luego, Smith fue inspirado en varias otras oportunidades y añadió capítulos al libro de Génesis. Entre estas revelaciones Smith agregó que hubo un tiempo ¡cuando Satanás intentó redimir a la humanidad pero Dios lo rechazó, y que Adán fue bautizado por inmersión en agua!
Smith también añadió a Génesis 50 una profecía donde se anunciaba la venida de José Smith. : "Y vendrá uno que Yo mismo he bendecido…su nombre será José Smith…y las cosas que él escribirá traerán salvación a mi pueblo". !Estas escrituras son completamente sagradas para los mormones!


Otras enseñanzas curiosas de los mormones:

- ¿Dios y el hombre iguales? 
Los mormones enseñan una de las más controversiales revelaciones de José Smith: "Dios mismo una vez fue como hoy somos nosotros los hombres, y ahora no es más que un hombre exaltado" Journal of Discourses. Vol. 6, Página 3.


- Dios no es espíritu, sino carne 
"El Padre tiene un cuerpo de carne y huesos tan tangible como el que tenemos los hombres." Doctrinas y Pactos 130:22


- La Trinidad
En su sermón La Divinidad del Padre, Smith dijo: "La doctrina de la existencia de varios dioses es clara en la Biblia. Tan clara como cualquier otra doctrina. Esto se encuentra en toda la Biblia. Que hay varios dioses no merece controversia. La Cabeza de todos los dioses ha designado un Dios para el trato con el hombre."


- El Pecado Original
Según los mormones el pecado original no fue ni tan malo después de todo. De hecho, los mormones enseñan que era necesario que Adán y Eva pecaran.


- ¿Matrimonios Multiples?

Cuando José Smith fundó la secta, él incluyó esta advertencia en su libro del mormón: "Ningún hombre deberá tener más de una sola esposa. Y no deberá tener concubinas en lo absoluto" Jaboco 2:23Pero después de unos años de fama, adoración y control absoluto de la membresía de su grupo, Smith recibió otra nueva revelación y escribió: "La poligamia (tener más de una esposa o concubina está permitida para todos los miembros de nuestra organización" A la fecha de su asesinato, José Smith tenía 50 esposas, Brigham Young, el sucesor de Smith tuvo 27 esposas y tuvo 56 hijos. Cuando la práctica de la poligamia impedía a Utah convertirse en uno de los estados de la Unión en 1890, uno de los oficiales de la iglesia mormona convenientemente tuvo "otra revelación" en la cual Dios prohibía la poligamia.


- Jesús y su Padre Adan


De acuerdo con las enseñanzas mormonas Jesús no fue producido por obra del Espíritu Santo en el vientre de María, sino por la unión sexual y carnal entre María y Adán, quien resucitó para este incidente.


- ¡Jesus Estuvo Casado!
Según los mormones, cuando la Biblia relata el milagro de Jesús convirtiendo el agua en vino, en las Bodas de Caná, realmente se refiere a las "bodas de Jesús". Brigham Young, el sucesor de Smith escribió que Jesús se casó con ¡"las hermanas de Lázaro, María y Marta ese día, y que más luego se casó con María Magdalena."!


Conclusión
Está claro que sólo hay una manera de recibir la salvación - conociendo a Dios y a Su Hijo, Jesús (Juan 17:3). No es obtenida por obras, sino por fe (Romanos 1:173:28). Cuando tenemos esta fe, somos automáticamente más obedientes a las leyes de Dios y somos bautizados en el amor por Él, pero no porque esto sea un requerimiento para la salvación, sino como consecuencia de ella. Podemos recibir este regalo sin importar quienes somos o lo que hayamos hecho (Romanos 3:22). “Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.” (Hechos 4:12) Aunque los mormones usualmente son personas amigables, amorosas y amables – están involucrados en una religión falsa que distorsiona la naturaleza de Dios, la Persona de Jesucristo y el significado de la salvación.

lunes, 7 de marzo de 2016

FALSAS ENSEÑANZAS DE LOS TESTIGOS DE JEHOVÁ



La secta de los Testigos de Jehová comenzó en 1870 con un estudio bíblico llamado “Millennial Dawn Bible Study” dado por Charles Taze Russell (1852-1916) en Pittsburgh, Pennsylvania, USA. Él estudiaba la doctrina de los adventistas, como George Storrs, Jonas Wendell, George Stetson y Nelson Barbour; pero la combinó con sus propias conclusiones y estudios. Russell escribió varios libros que contienen mucha de la teología de esta secta hasta hoy.

Su premisa básica es que la Biblia ha sido distorsionada a lo largo de los años por sus traducciones, por lo cual ellos editaron su propia versión llamada “Traducción del Nuevo Mundo”. Eruditos del griego han criticado duramente dicha versión por apartarse drásticamente de una traducción fidedigna. Algunos han sugerido que se trata de un comentario y no de una traducción, por su grado de disparidad con el texto original. La Traducción del Nuevo Mundo ha sido revisada en varias ocasiones por el Cuerpo Gobernante, corrigiendo y adaptando pasajes que contradicen sus falsas enseñanzas. Dicho Cuerpo Gobernante es el único autorizado para interpretar las Escrituras, y establecer sus doctrinas a nivel mundial. Su sede oficial está en Brooklyn, Nueva York.
           
En 2004 había 6 millones de Testigos de Jehová activos, los cuales invertían un promedio de 1.2 billones de horas al año haciendo proselitismo de puerta en puerta. Sus revistas “La Atalaya” y “¡Despertad!” se distribuían en más de 230 países. Había más de 98 mil congregaciones alrededor del mundo. A la fecha, la tendencia es hacia el alza moderada.

            Su historia está llena de fechas proféticas falsas, como la presencia “invisible de Cristo”, profetizada para 1874 y luego cambiada para 1914; el fin del mundo, profetizado para 1914 y después cambiado para 1915 (fallida también); el fin del mundo y la destrucción de las iglesias en 1918; el fin del mundo con la venida de Abraham, Isaac y Jacob en 1925; construcción de la “Casa de Príncipes Beth Sarim” en San Diego, debido al inminente retorno de David y otros profetas bíblicos a la vida terrenal; el Armagedón y el fin del mundo en 1940; el cumplimiento de 6,000 años de historia humana en 1975, con el fin del mundo de forma inminente; 80 años de la generación de 1914 en 1994, con el inminente fin del mundo, etc.

Sus prácticas más controversiales son: la no celebración de días festivos o cumpleaños; la no transfusión de sangre; limitar la educación superior; no participar de la oración a la bandera, votaciones, actividades políticas ni guerras; limitar el contacto con amigos y familiares que no son Testigos de Jehová; evitar por completo personas que han salido de la secta; prohibir el pensamiento crítico y los desacuerdos con la organización; prohibir literatura que critica la organización; prohibir asistir a actividades religiosas que no sean iglesias de testigos de Jehová; obligar a hacer proselitismo de puerta en puerta, entre otras.

Acerca de su traducción de la Biblia, cabe mencionar que sus traductores tenían conocimiento insuficiente acerca de los manuscritos bíblicos; su traducción distorsiona la divinidad de Jesucristo en pasajes como Juan 1:1, Juan 8:58, Hebreos 1:8 y otros para apoyar la doctrina de la Atalaya. Además introducen forzosamente el nombre Jehová en el Nuevo Testamento, sin ningún apoyo de los manuscritos.

Hay muchas creencias falsas de esta secta, pero en este artículo estudiaremos a profundidad tres de ellas. Sin embargo, hay muchas más falsedades que esta peligrosa secta enseña, entre las cuales podemos mencionar: que Jesús es el arcángel Miguel, que sólo 144,000 personas pueden nacer de nuevo e ir al cielo, que al morir los hombres, el alma deja de existir, que el infierno no existe, que el Espíritu Santo no es Dios sino una fuerza, que Jesús no murió en una cruz, sino en una estaca, que Dios resucitó a Cristo en un "cuerpo espiritual" y no en su cuerpo físico, que solo Dios Padre, Jehová es verdadero Dios (niegan la trinidad), etc. Veamos tres de sus creencias.


1. PRIMERA CREENCIA: “JESÚS ES EL MISMO ARCÁNGEL MIGUEL”

     LOS TESTIGOS DICEN: Los Testigos de Jehová afirman que Jesús era el arcángel Miguel antes de venir a la tierra, y que después que murió y resucitó, volvió a la misma forma de arcángel. Afirman que en Judas 9 la Biblia habla de Miguel como “el arcángel” (el jefe o principal de los ángeles), dando a entender que solo hay uno de estos ángeles, o que es único en su clase; y en 1ª Tesalonicenses 4:16 la Escritura dice que Jesús vendrá “con voz de mando, con voz de arcángel”, lo cual es prueba (según la secta) que Jesús es el arcángel Miguel.

También hacen referencia a que dicho Arcángel siempre tiene roles de gran preponderancia en la Biblia: en Daniel, está combatiendo contra ángeles malos; en Judas está discutiendo con el diablo y en Apocalipsis está peleando contra Satanás y sus demonios. Esto comprueba, según ellos, la correspondencia bíblica del Arcángel con Jesús. Hacen además la observación de que varios personajes en la Biblia tienen dos nombres: Jacob era también Israel y Pedro era también Simón; por lo tanto, es lógico pensar que Miguel es otro nombre para referirse a Jesús antes de venir a la tierra, como después de su regreso al cielo.

(Nota: esta doctrina es un escape para no tener que admitir la eternidad de Cristo, y por consiguiente, su deidad. En realidad es un ataque indirecto contra la deidad de Cristo. Diciendo que es un arcángel, se implica que es un ser creado y no el Dios eterno.)

       LA BIBLIA DICE: Ninguno de los pasajes utilizados por los Testigos de Jehová enseña claramente esta doctrina. Se trata de una contorsión y un malabar exegético realizado por la secta, para extraer dicha enseñanza. En otras palabras, se trata de una eiségesis, y no una exégesis. En la exégesis, el intérprete extrae del pasaje su mensaje original y lo aplica, obteniendo verdadera Palabra de Dios. En la eiségesis, el intérprete viene al pasaje con una idea preconcebida, y la introduce forzosamente en el versículo a manera de buscar respaldo para su propio concepto. El problema de la eiségesis es que no es Palabra de Dios, sino de hombres.

Cuando los Testigos de Jehová afirman que la frase “con voz de arcángel” es prueba que Jesucristo es el arcángel Miguel, no solo están haciendo una eiségesis, sino un verdadero abuso del texto, al hacer poner en boca del apóstol Pablo algo que nunca enseñó, ni jamás dijo. De hecho, el pasaje de 1ª Tesalonicenses 4:16 también dice que vendrá “con trompeta de Dios”, lo cual podría significar que Jesús es Dios, bajo su mismo criterio de interpretación errado.

Haciendo referencia al argumento de que varios personajes tienen dos nombres en la Biblia, tomemos los ejemplos de Jacob, cuyo nombre fue cambiado a Israel y Simón, cuyo nombre fue cambiado a Pedro. En ambos casos nos damos cuenta que la Biblia claramente narra el hecho de que sus nombres fueron cambiados por Dios como muestra de una nueva identidad según el llamado del Soberano. Hay otros ejemplos de esto: a Abram (padre enaltecido) se le llamó Abraham (padre de multitudes), en clara alusión a la promesa hecha a su persona. A Sarai (mi princesa) se le llamó Sara (madre de naciones). Pero en ningún lado de la Biblia encontramos que a Miguel se le cambió el nombre a Jesús, o que experimentó una conversión, un cambio de identidad o un llamado transformador. Nuevamente, se trata de una elaboración extra-bíblica para la cual se ha buscado respaldo en la Escritura, pero que no está claramente enseñada en ningún pasaje.

Los títulos que la Escritura aplica a Jesús el mesías NO PUEDEN ser aplicados a un arcángel: la Biblia dice claramente en Isaías 9:6 (en alusión a Cristo) que sería llamado “Dios fuerte” y “Padre eterno”. Dichos títulos definitivamente no aplican a un arcángel, ni a un ser creado sino solo a Dios. De hecho, en Hebreos 1:5 en adelante el autor muestra la superioridad y total distinción que se hace de Jesús respecto a los ángeles, refiriéndole frases tales como “mi Hijo”, “yo te he engendrado”, y “adórenle todos los ángeles de Dios”. En el versículo 8, el original dice: “tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos”, pero la Traducción al Nuevo Mundo cambia las palabras, diciendo “tu trono es Dios por los siglos”, distorsionando así el sentido original, y respaldando su falsa enseñanza de que Jesús no es Dios eterno.     

En Apocalipsis 22:8-9 vemos cómo los ángeles buenos rechazan la adoración, porque son “consiervos nuestros, de nuestros hermanos los profetas, y de los que guardan las palabras de este libro”. Y el ángel hace una declaración contundente: “adora a Dios.” En los evangelios, vemos a Jesús recibiendo adoración desde el inicio de su vida en la tierra: Mateo 2:2, Mateo 8:2-3, Mateo 9:18, Mateo 14:33, Mateo 15:25. La palabra usada para “adorar” es la misma que se usa para referirse a la adoración a Dios Padre: “proskuneo”. Solo Dios es digno de recibir adoración, lo cual es prueba que Jesús afirmaba ser el Hijo de Dios, y no un ser creado.

Si hacemos una comparación de Isaías 44:24 con Juan 1:3, vemos que el Jehová del Antiguo Testamento corresponde a Jesús del Nuevo Testamento, en este caso en particular como el agente creador de todo lo que fue hecho, el Verbo eterno: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Esta es una verdad contundente que excluye la posibilidad de que Jesús sea un ser creado, como un arcángel. No es posible que la Biblia afirme “sin él, NADA de lo que ha sido hecho, fue hecho” si él mismo fuera un ser creado.

Al comparar Isaías 48:12 con Apocalipsis 1:7-8, vemos que se usa la misma descripción “el alfa y la omega, principio y fin”, “el primero y el postrero”, tanto para referirse a Jehová, como a Jesús. ¡No puede haber dos primeros ni dos postreros! Este pasaje comprueba la eternidad de Cristo, como Dios, no como un ser creado finito o un arcángel. Si fuese un arcángel, no fuese “el primero”.

Numerosos pasajes hablan de Cristo Jesús como Dios: Apocalipsis 2:8 dice “Y escribe al ángel de la iglesia en Esmirna: El primero y el postrero, el que estuvo muerto y vivió, dice esto…”. Apocalipsis 22:13 dice: “Yo soy el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último.” Juan 1:3 dice: “Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.” Hebreos 1:8  es especialmente poderoso, pues dice del Hijo: “Tu trono, oh Dios, por el siglo del siglo.” Pero, como ya explicamos, la secta ha tergiversado pasajes como Hebreos 1:8 con su Traducción Nuevo Mundo, irrespetando el texto griego y adaptando la Biblia a sus doctrinas erradas.

En los pasajes que se habla de la segunda venida, no se enseña que será Miguel quien regrese sino Jesucristo: Mateo 24:30 dice que verán al Hijo del Hombre viniendo sobre las nubes del cielo. Apocalipsis 22:12-13 dice que el Alfa y la Omega, el principio y el fin, el primero y el último, viene pronto y su galardón con él.  Y en Apocalipsis 22:20 Juan concluye diciendo “Amén; si, ven, Señor Jesús.” En ningún lugar vemos que diga “ven arcángel Miguel” o algo por el estilo.

Concluimos que la clara enseñanza de la Biblia es que Jesús es Dios eterno, creador de todo lo que hay, que merece ser adorado y por lo tanto, no es un ser creado ni un arcángel.

2. SEGUNDA CREENCIA: “EL ESPÍRITU SANTO ES UNA FUERZA IMPERSONAL”

LOS TESTIGOS DICEN: Afirman que el Espíritu de Dios es su poder o fuerza en acción, y no una persona, ni un ser divino. Su afirmación está basada en pasajes como Miqueas 3:8 que dice: “Mas yo estoy lleno de poder del Espíritu de Jehová, y de juicio y de fuerza, para denunciar a Jacob su rebelión, y a Israel su pecado”. Este pasaje, según ellos, muestra que el Espíritu de Jehová es su poder o fuerza en acción.
También se apoyan en Lucas 1:35, donde se hace alguna referencia al poder de Dios y su Espíritu, juntos: “Respondiendo el ángel, le dijo: El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y el poder del Altísimo te cubrirá con su sombra; por lo cual también el Santo Ser que nacerá, será llamado Hijo de Dios”.
Según los Testigos de Jehová, la Biblia usa antropomorfismos en relación al Espíritu de Dios, como “la mano de Dios” o el “soplo”, “aliento” de Dios, lo cual, afirman ellos, es prueba de que no es una persona, sino una emanación, soplo o parte de Dios. También argumentan que, en cierta ocasión, Esteban tuvo una visión del cielo y vio solamente a dos personas, no tres (el Padre y el Hijo, por medio de la llenura del Espíritu). Por estas razones, ellos creen que el Espíritu Santo solo es un poder y no una persona.

   LA BIBLIA DICE: Las Escrituras se refieren al Espíritu con atributos personales, por ejemplo, dicen que tiene una intención determinada conforme a la voluntad de Dios, e intercede por los creyentes:

“Mas el que escudriña los corazones sabe cuál es la intención del Espíritu, porque conforme a la voluntad de Dios intercede por los santos.” (Romanos 8:27)
Dicen las Escrituras que el Espíritu escudriña lo profundo de Dios, y para referirse a Él, usa un pronombre personal “nadie”, no uno impersonal “nada”. Veamos:
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sinoel Espíritu de Dios.” (1ª Corintios 2:10-11)
En Hechos 5 se narra la historia de Ananías y Safira, quienes vendieron una heredad y quisieron aprovecharse de la iglesia, por medio de una mentira. En los versículos 3 y 4 Pedro dice que Ananías y Safira “mintieron al Espíritu Santo” (¿se le puede mentir a una fuerza?) y afirma categóricamente que “no han mentido a los hombres, sino a Dios”. ¡Doble prueba de la personalidad y divinidad del Espíritu!
En 1ª Corintios 3:16-17 Pablo dice que somos templo (casa) de Dios, y que el Espíritu mora en nosotros, lo cual nos lleva a deducir que es una persona que tiene su morada, pues, en caso de tratarse de una fuerza, se usaría otra palabra distinta a “habita”, “mora”, “vive”. En 2ª Corintios 3:17 dice que “el Señor es el Espíritu”. ¿Puede el Señor ser una fuerza? ¿Puede una fuerza “morar” en nosotros?
En Mateo 28:19 vemos que el Espíritu Santo es igual a las personas del Padre y del Hijo, en poder y gloria. El pasaje hace referencia a los tres, como nombres sobre los cuales hay que bautizar a los creyentes. En 1ª Corintios 12:4-6 se hace referencia a las tres personas de la trinidad, en coordinación para otorgar dones y ministerios a los creyentes. El Espíritu es mencionado de la misma forma que el Padre y el Hijo, como personas. Lo mismo ocurre en Efesios 4:4-6 y 1ª Pedro 1:2.
Cuando se le llama el “parakletos” (consolador, abogado, consejero) en Juan 14:26, 15:26 y 16:7, se está usando un nombre que solo se usa para referirse a una persona, y no una fuerza ni una acción. El pronombre “ekeinos” utilizado en los mismos pasajes es personal también (Juan 16:13-14 “él”).
Los siguientes pasajes usan verbos para referirse a acciones que realiza el Espíritu. Todas estas acciones son realizadas por una persona, y no por una fuerza impersonal:
Romanos 8:16 El Espíritu da testimonio; Romanos 8:26-27 el Espíritu nos ayuda e intercede por nosotros con gemidos indecibles; 1ª Corintios 2:10-11 el Espíritu escudriña lo profundo de Dios y nos lo da a conocer; 1ª Corintios 12:11 el Espíritu da palabra de ciencia y reparte dones; Isaías 63:10 el Espíritu se enoja contra los rebeldes, se vuelve su enemigo y pelea contra ellos; Hechos 8:29 el Espíritu habló a Felipe; Hechos 13:2 el Espíritu pidió que apartaran a Bernabé y a Saulo; Hechos 16:6-7 el Espíritu les prohibió a Pablo, Silas y Timoteo predicar en Asia e ir a Bitinia; Efesios 4:30 el Espíritu se contrista (tiene emociones, lo cual es un atributo personal).
La apología que demuestra la divinidad del Espíritu, sirve también para comprobar que no es una fuerza, pues Dios es una persona, y no puede ser un ser impersonal como la secta afirma. Concluimos que la Escritura enseña claramente que el Espíritu Santo es una persona, y es Dios mismo. No es una fuerza impersonal.


3. TERCERA CREENCIA: “EL ALMA HUMANA DEJA DE EXISTIR EN EL MOMENTO DE LA MUERTE”

     LOS TESTIGOS DICEN: Afirman que el alma humana no es inmortal. Como pruebas bíblicas, dicen que el profeta Ezequiel mencionó en cierta ocasión que se puede castigar el alma con la muerte: “alma que pecare, esa morirá” (Ezequiel 18:4). Al referirse a la creación de la primera alma humana, Génesis 2:7 afirma: Entonces Jehová Dios formó al hombre del polvo de la tierra, y sopló en su nariz aliento de vida, y fue el hombre un ser viviente”. Pero la Traducción al Nuevo Mundo dice “el hombre vino a ser alma (nefesch, en hebreo es alma) viviente”. La palabra nefesch se refiere al ser vivo entero, el cual deja de existir cuando muere. Génesis 3:19 lo confirma al decir: “polvo eres, y al polvo volverás”.

En Levíticos 21:11 se habla de un “alma muerta” para referirse a un cadáver. Salomón dice que “en el sepulcro no hay pensamiento, ni conocimiento, ni sabiduría.”[2] También en Eclesiastés 3:19 dice “Porque lo que sucede a los hijos de los hombres, y lo que sucede a las bestias, un mismo suceso es: como mueren los unos, así mueren los otros, y una misma respiración tienen todos; ni tiene más el hombre que la bestia; porque todo es vanidad.”


    LA BIBLIA DICE: En Lucas 16:22-29 Jesús narra la historia del rico y Lázaro, utilizando nombres para referirse a los personajes, lo cual muestra que es una ilustración basada en la realidad, y no una simple parábola (dado que en las parábolas no se empleaban nombres propios). Ahí claramente se observa un estado de conciencia y razonamiento después de la muerte: el rico, estando en tormentos inmediatamente después de su muerte y sepultura, mira de lejos a Lázaro y a Abraham en el seno de éste. El rico suplica a Abraham que envíe a Lázaro a darle un poquito de agua, y ruega que les vaya a predicar a sus parientes incrédulos, para que no vengan al mismo lugar de tormento que él.


En Mateo 10:28 Jesús dice que los humanos “no pueden matar el alma”, sino solamente el cuerpo, en una clara referencia que después de muerto el cuerpo, el alma sobrevive. La palabra “destruir” usada en ese pasaje no prueba que el alma muere, como afirman los Testigos de Jehová, sino hace referencia a una miseria eterna a la cual es entregada el alma de los incrédulos y malvados.

En Apocalipsis 6:9-11 Juan narra una visión en la que las almas de los mártires claman durante la tribulación al Señor por justicia. ¿Cómo podría un alma clamar al Señor, si ésta deja de existir al momento de la muerte?

En Lucas 9:30-31 aparecen Moisés y Elías conversando con Jesús en la transfiguración, con aspecto glorioso, probando que sus almas permanecen activas constantemente. De hecho, Jesús mismo, respondiendo a los saduceos (que no creían en la resurrección) dice que el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob (que ya habían muerto) es un Dios de vivos, y no de muertos. Para él, ¡todos ellos viven aún!

Las enseñanzas Paulinas claramente muestran que al partir de este mundo, nuestro ser interior va a estar con Cristo, lo cual según el apóstol “es ganancia”. Consideremos Filipenses1:21-24: “Porque para mí el vivir es Cristo, y el morir es ganancia. Mas si el vivir en la carne resulta para mí en beneficio de la obra, no sé entonces qué escoger. Porque de ambas cosas estoy puesto en estrecho, teniendo deseo de partir y estar con Cristo, lo cual es muchísimo mejor; pero quedar en la carne es más necesario por causa de vosotros”. ¿Por qué diría Pablo que morir “es ganancia” si creyera que su alma deja de existir? Además, Pablo dice que desea “partir y estar con Cristo”, dando a entender que es algo inmediato al momento de la muerte: el alma va a estar con el Señor.

Si examinamos la segunda carta a los Corintios, dice Pablo: “Así que vivimos confiados siempre, y sabiendo que entre tanto que estamos en el cuerpo, estamos ausentes del Señor (porque por fe andamos, no por vista); pero confiamos, y más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, y presentes al Señor. Por tanto procuramos también, o ausentes o presentes, serle agradables. Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo”(2ª Corintios 5:6-10).

El apóstol enseña que mientras el alma está en el cuerpo, está ausente al Señor, pero una vez ausente al cuerpo, está presente al Señor. Dice que debemos procurar ser agradables al Señor, ya sea estando ausentes o presentes. ¿Cómo puede un alma agradar al Señor estando presente a él, si los Testigos afirman que deja de existir? ¿Cómo va a comparecer delante del tribunal de Cristo, para recibir según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, si al morir el cuerpo muere el alma según los Testigos?

Concluimos que la Biblia enseña claramente que el alma sobrevive al cuerpo, y que en cuanto sale del cuerpo por la muerte, se presenta a su destino eterno, según haya procedido mientras estaba en el cuerpo. Los justificados irán a estar con el Señor para siempre, y los reprobados, al tormento eterno en el infierno. Lo dice la Escritura.


CONCLUSIÓN
Queda claramente comprobado, a la luz de las Escrituras, que las enseñanzas de la secta “Testigos de Jehová” no son bíblicas y contradicen la verdad. Fácilmente se observa una contorsión de las escrituras para intentar sostener sus falsas enseñanzas, objetivo para el cual han tenido que recurrir a hacer su propia traducción de la Biblia. Cada vez que detectan nuevos pasajes que contradicen sus enseñanzas, vuelven a “revisar” su versión y acomodar la verdad a su antojo.
Otra práctica que queda en evidencia por parte de esta secta, es el frecuente uso de la eiségesis, o sea la introducción de sus propias presuposiciones e ideas en la interpretación de los textos bíblicos, fallando así en enseñar Palabra de Dios, y engañando a miles alrededor del mundo con palabras falibles de hombres. La Biblia advierte en Efesios 4:13-15 “hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo; para que ya no seamos niños fluctuantes, llevados por doquiera de todo viento de doctrina, por estratagema de hombres que para engañar emplean con astucia las artimañas del error, sino que siguiendo la verdad en amor, crezcamos en todo en aquel que es la cabeza, esto es, Cristo”. Debemos profundizar en nuestro entendimiento bíblico para no ser presa de estos hombres astutos y engañadores.